sábado, 12 de julio de 2014

Sniper

Escuché el chasquido de un encendedor, y a su breve luz vi un rostro delgado, moreno, con el mentón un par de días sin afeitar. También vi una sonrisa de las que hace falta tener dos veces veinte años para que la vida te la defina en la boca y en la mirada. Y entonces, como en una revelación brutal, supe que había encontrado a Sniper.

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