jueves, 5 de marzo de 2015

Octubre, octubre. José Luis Sampedro

[...] Falta no sé qué, aquel garbo simpático de capital y pueblo, ahora provinciana la plaza y pretenciosa, demasiado automóvil, como exceso de pulseras en nueva rica, falta todo y sobra prisa, ya no hay corros charlando, mentideros de arbitristas y ociosos acechando el paso de la hembra de trapío, las estudiantes del año treinta y cinco con su boina ladeada o con los sombreritos como tricornios venecianos.

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